En las
enfermedades producidas por carencia de vitamina C en la alimentación, que se
manifiesta por medio de hemorragias,
caída de los dientes y alteraciones en las articulaciones, es un gran agente
curativo. Para este fin se recomienda comerlos en ensaladas con frecuencia.
Asma, bronquitis, tos, catarros, enfermedades de
las vías respiratorias: Tomar el caldo de su cocimiento (100 gramos por cada
litro de agua) endulzado con miel de abejas, varias
veces al día.
Hígado,
desordenes gástricos, dispepsia, cálculos en el riñón, parásitos:
Tomar el caldo de su cocimiento (100 gramos por cada litro de agua), varias
veces al día. Consumirlos crudos en ensaladas.
Para tratamiento complementario contra los
cálculos biliares tome un rábano y lávelo muy bien en zumo de limón, córtelo en trozos y
coma uno de ellos cada media hora. Los siguientes días puede repetir la
operación pero ingiriendo un trozo cada dos horas, ya verá como poco a poco la enfermedad
y los síntomas disminuyen.
Urticaria y artritis crónicas: Triturar 100 gramos de
rábanos, endulzar con miel de abejas, colar y tomar hasta medio litro por día.
Los cataplasmas preparados con rábanos triturados son de ayuda en los
tratamientos contra la artritis. Asimismo, se recomienda su consumo en ensaladas
en la dieta diaria.
Obesidad, reducir abdomen:
Licuar juntos tres rábanos rojos con cáscara y la pulpa de un tamarillo (tomate de árbol) con cáscara maduro,
no agregar edulcorantes. Tomar este preparado durante dos semanas una hora
antes del desayuno.
Isa Cantarero
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